martes, 28 de junio de 2011

China Antigua. Shi Huangdi, el primer emperador.

Hacia los siglos IV - III a.n.e. el número de reinos se ha reducido a siete y la lucha entre ellos se agudiza. Esta lucha finaliza con el triunfo de los Qin del cual su gobernante, Cheng, se proclama emperador y se autodenomina Shi Huangdi, primer emperador. Centraliza el gobierno alrededor de su persona y se auxilia de los funcionarios principales, uno civil y otro militar. Elimina todo tipo de distribución de tierras a sus parientes; suprime los antiguos títulos nobiliarios y crea otros que no posee carácter hereditario. Emprende varias obras y entre ellas se encarga de dar unidad a las partes independientes ya construidas de la Gran Muralla china.

En lo relativo a la divinización, sin sin convertirse en un dios, es el "hijo del cielo", su esencia es distinta de la de sus súbditos. Esta concepción se refleja en la magnífica tumba que se manda a construir en vida creca de Beijing. La tradición legalista conduce a Huangdi a quemar todos los libros de las demás corrientes filosóficas y ético - morales. 

A la situación de descontento por el peso de los impuestos y las prestaciones personales, se une el malestar de la antigua nobleza de los otros reinos sometidos por él y aprovechan la muerte de este para contraatacar.

lunes, 27 de junio de 2011

China Antigua. Los Qin.

Los avatares políticos contribuyen al debilitamiento del poder Chou y dan origen a los reinos que guerrean entre si, los cuales habían logrado independizarse de los Chou desde el siglo VIII. El Estado de Qin, uno de los reinos, el cual reestructura su economía y su poderío militar de forma que se impone a los demás y reunifica el territorio chino. Es también en este reino, independiente aún, que se admite la posibilidad de la compraventa de la tierra mediante las reformas de Shang Yao.

Reformas de Shang Yao (siglo IV a.n.e.):

De entre sus medidas se destaca la instauración de un nuevo sistema de propiedad territorial, se suprime la individualidad de la tierra y la progenitura. La tierra puede ser dividida entre dos herederos. A los campesinos que incrementan su productividad se les exime de otros trabajos. La familia ampliada que vive bajo un mismo techo se subdivide como si fueran varias familias para el pago de contribuciones personales. Las medidas de Shan Yao no pasan al olvido con la muerte del reformador, sino que en su mayoría son recogidas y aplicadas por el emperador Shi Huangdi.

Después hablaremos de Shi Huangdi, el primer emperador chino.

miércoles, 1 de junio de 2011

China Antigua. La dinastía Chou.

Me demoré más de lo prometido pero ahí va...

Hacia el siglo XI a.n.e. al imponerse en el Valle del Hoang el control de las tribus seminómadas del norte, se organizan formas estatales definidas. Esta etapa ue abarca los siglos del XI al III a.n.e. es conocida con el nombre de dinastía Chou. En ese momento, la propiedad de la tierra es acaparada por el rey, llamado Wang, quien de hecho, aunque no de derecho, se proclamaba único propietario territorial y las comunidades aldeanas devienen poseeedoras hereditarias de las parcelas que cultivan.

La economía mantiene el carácter autártico y la sociedad se sutenta sobre la base del trabajo de las comunidades aldeanas quienes, además de labores agrícolas, desempeñan tareas impuestas por el Wang y la aristocracia. Existe la esclavitud doméstica y estatal a la que son sometidos los prisioneros de guerra, pero sus tareas centrales no se vinculan a la agricultura, sino a las construcciones, al trabajo en minas, al servicio de palacio y de la aristocracia.

La coacción es extraeconómica, física y la que se ejerce sobre los aldeanos, hombres jurídicamente libres, es fundamentalmente ideológica y militar. El rey y más tarde el emperador se presenta con carácter divinizado. Los aldeanos entregan en forma de tributos una parte de la producción agrícola, además de realizar prestaciones de servicio anuales en la construcción de palacios, ciudades, obras defensivas, servicio militar y en las incipientes obras hidráulicas.

Luego seguimos con más...